El martes fuimos a visitar la escuela de Saronno. En este caso pudimos asistir a una clase de inglés. Imaginad, inglés e italiano al mismo tiempo. ¡Una locura!
Pero lo mejor vino después, cuando nos fuimos a comer con los alumnos y profesores y a continuación, nos llevaron a dar una clase de arte e historia al santuario de Saronno, que tiene sus frescos hechos por discípulos directos de Leonardo Da Vinci. Una auténtica joya de arte. ¡Fue una clase para no olvidar!
Al día siguiente, el miércoles, estuvimos en la sede de Somma Lombardo, donde asistimos a una clase de geografía italiana. Allí aprendimos más sobre la organización territorial de Italia, sus regiones y sus provincias. Vimos, por ejemplo, que estábamos en la región de Lombardía en la provincia de Varese, en la ciudad de Somma Lombardo.
Después nos llevaron a un bosque maravilloso. El camino comenzaba por una iglesia, una vez adentramos, los alumnos y profesores, que por cierto eran muy majos y agradables y nos llevaron a un lago sorprendente.
Por la tarde, una vez descansados en ese paraje, teníamos la intención de ir a Suiza. Y así fue, tras un largo camino conseguimos llegar. Desde el primer momento los Alpes suizos nos dejaron sin palabras.
Asombrados por la belleza de ese lugar y por el dinero que se respira en Suiza, decidimos tomar un helado para relajarnos de tantas experiencias, el cual, por suerte, no nos arruinó la cartera.
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