El viernes tuvimos la despedida en la sede central que se encuentra en Busto Arsizio, un lugar maravilloso con un edificio rodeado de una pradera llena de niños.
Nos despidieron con un almuerzo y unas palabras de agradecimiento dadas por el director pedagógico que se llama Alessandro. En el momento de recoger el certificado de estudios nos llegó la emoción desde dentro.
El viernes, tras la comida, nuestro viaje de estudios ya había terminado oficialmente. Pero aun nos quedaba el fin de semana antes de volver a casa. Así que nos pusimos rumbo a Turín a conocer esta histórica ciudad.
En ella nos encontramos, en la catedral, con un objeto no exento de misterio y de controversia, la Sábana Santa, o como dicen en Italia, la Sindone. Una sábana que tiene grabado lo que parece el cuerpo de Jesucristo, de la cual dicen que fue su sudario. ¿Será verdadera o falsa?. ¡Todavía estamos dándole vueltas!.
El sábado, tras deliberar entre todos qué hacer el último día, nos decidimos con valentía a realizar lo que llamamos la guinda del pastel, ¡Venecia!.
Venecia, una ciudad repleta de mar y de góndolas. Nos perdimos por sus canales intentando buscar la Plaza de San Marcos. En sus canales, que eran muy estrechos, se podía percibir todo el arte antiguo y contemporáneo del lugar.
Venecia es una ciudad en la que vas a poder ver cosas que no podrás ver en ningún otro lugar del mundo. ¡Por suerte y gracias al Programa Erasmus, nosotros las vimos!.
Es un lugar cuya belleza resalta a mas no poder. Constituida por 118 islas unidas entre si por puentes, te transportan por momentos de la nueva Venecia a la antigua Venecia.
Finalmente, el domingo teníamos que partir de vuelta a casa.
Con muchísima pena , nos despedimos de todo el increíble viaje . Con muchas prisas llegamos al avión cansados y acalorados. Tristes y alegres al mismo tiempo, decíamos adiós al país que sin duda nos a dejado una huella que nunca vamos a olvidar.💚🤍❤️
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