viernes, 7 de marzo de 2025

Viajar para aprender. Aprender para enseñar.


Mónica de la Llave

Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras que existen, y, gracias a Erasmus, yo he podido in a Holanda hace muy poquito. Además, también tuve tiempo de conocer Bélgica ya que estaba muy cerca.

Cuando acababa la formación que iba a realizar, corriendo me iba a exprimir el día y explorar la historia, el arte y la cultura de la ciudad de Ámsterdam.

Una de las cosas más impactantes para mí fui la visita a la que fue la Casa de Ana Frank, conocida en su libro como la Casa de atrás, dónde ella, su familia y otra más, se estuvo escondiendo de la persecución nazi, si algún día podéis visitarla es un lugar que recomiendo muchísimo. 

También realicé un tour guiado por el Barrio Judío donde conocí más a fondo la historia de la Segunda Guerra Mundial. En Ámsterdam hay un monumento a las víctimas del Holocausto que vivieron en la ciudad, se trata de un laberinto de ladrillos, y cada uno tiene grabado el nombre de la víctima, la fecha de nacimiento y los años con los que murió, recordando así a todos de una manera individual. 

Y cómo no, os tengo que mencionar a las famosas piedras del tropiezo o las Stolpersteine, que podemos ver en numerosas ciudades europeas recordando dónde vivieron las víctimas que fueron deportadas a campos de concentración nazis. En Madrid, también las podemos ver en algunos lugares, te invito a que cuando camines las busques. Se llaman del tropiezo porque la gente, al no verlas y tropezarse con ellas hace una flexión con la pierna imitando una reverencia.

Todo esto me hizo pensar en la importancia que tiene la memoria histórica. En clase, muchos de nuestros alumnos tienen vidas marcadas por guerras, por conflictos… y debemos trabajar valores como la tolerancia y la empatía para construir un futuro más justo.

El arte también fue clave en mi viaje. Visité el museo Van Gogh y el Rijksmuseum. Para mí el arte es un gran vehículo de aprendizaje, ya sabéis que hace tiempo realicé otra formación en Florencia relacionada con la arteterapia. En la educación de adultos, la expresión artística y la creatividad son claves para la motivación y el desarrollo personal.

Van Gogh comenzó su carrera a una edad ya tardía, siendo adulto, y es un claro ejemplo de que nunca es tarde para aprender. La edad tan solo es un número y nuestros alumnos pueden encontrar su vocación o nuevos intereses y pasiones sin importar los años que tengan.

Por supuesto que fui al famoso Barrio Rojo, un sitio que genera mucha polémica. Lugares como este pueden ser de ayuda a los docentes para fomentar el pensamiento crítico y la capacidad de reflexión en el aula. Pues se puede debatir a cerca de la sociedad, los derechos de los trabajadores, la legislación…

Por último, fui a Bruselas, centro de políticas europeas, que invita a reflexionar sobre la participación ciudadana o la importancia del diálogo.

Y qué decir de Brujas, una ciudad llena de encanto que te hace transportarte al pasado con sus calles medievales, su arquitectura sacada de un cuento y su lago de los cisnes.

Este viaje me ha hecho pensar que la educación y el aprendizaje no sólo se da en las aulas, sino en cada experiencia que vivimos.


Escrito por Mónica de la Llave. Profesora de Enseñanzas Iniciales del CEPA Ramón y Cajal de Parla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario